La renuncia de Falcón

Hoy encontramos interesante comentar algunos aspectos de la renuncia del Gobernador Henri Falcón al PSUV.

Para empezar, nada mejor que ver la carta de su dedo y tecla. Ha sido publicada por ÚN aquí.

En resumen, Falcón manifiesta que le ha sido imposible sentarse a hablar con el Presidente sobre distintos asuntos relacionados con el proyecto político que comparten. Esa podría ser la idea principal de su carta.

Sin dejar de recordar su condición de  hombre de izquierda, que no ha cambiado, en los siquientes párrafos siguen las desavenencias. Ahora está claro que le habla al Presidente de la República, y no del partido; con quien no ha sido posible coordinar acciones juntos y la relación se ha limitado a dar-recibir órdenes. Además, observa como esta situación ha sido dañina para el país.

Luego de una declaración de principios democráticos. Ataca fuertemente la forma que se ha manejado el partido al que pertenece y anuncia dejarlo, para solicitar su inscripción en el PPT, en su calidad de organiación aliada.

Toda esta situación es curiosa por el momento en que ocurre. Ya vimos un affaire parecido en la época pre-electoral de las regionales del año 2008. En aquel momento Falcón fue expulsado del partido y readmitido más tarde, cuando era evidente que sería electo gobernador con o sin el PSUV.

Ahora estamos en plena pre campaña para las eleciones legislativas y es Falcón el que se va. El PPT, un partido de base electoral muy pobre, no ha mostrado mucha prisa por declarar si admitirá o no su militancia. Un dato curioso es que PPT aportó un 2,42 % de los votos para elegir a Falcón en su puesto actual.

Facón se va antes de las eleciones legislativas a un partido que apenas lo apoya. ¿Estamos ante una muestra de soberbia infinita? ¿Es esto un suicidio puro y duro? O ¿es simplemente una orden superior que sigue alguna lógica de ingenieria electoral?

Falcón ha expresado que lleva años tratando de hablar con el Presidente y evidentemente se ha cansado de esperar. Además, en estos días descubrió que la organización del PSUV, partido que le apoyó con un 53,24 % de los votos para gobernador en 2008, ha sido minada por la burocracia, la ausencia de discusión, el clientelismo, el grupalismo y un mal entendido concepto de lealtad. Todo esto ocurre ahora.

Es muy temprano para entender lo que está pasando aquí, pero nosotros hemos recordado al señor Arias Cárdenas.