lunes, 27 de septiembre de 2010

Elecciones parlamentarias en Venezuela el día después (II)

Ya están dados los resultados para todos los diputados de la nueva asamblea. 98 diputados para la alianza gubernamental PSUV-PCV, 65 diputados para las fuerzas agrupadas en la MUD y dos diputados para la tercera vía, representada por el PPT.

¿Cómo vendrán las cosas en los próximos meses?

Pensamos que el gobierno debería suavizar su línea, tender puentes y dar más protagonismo a la iniciativa privada, buscando un pacto que traiga gobernabilidad al país. La razón es simple. Cuando el gobierno ha endurecido su política, buscando imponer su modelo sin reparar en las minorías, ha obtenido derrotas electorales. No ha ocurrido muchas veces, pero ha ocurrido. Ocurrió en 2007 y ha ocurrido ahora, de forma indirecta al perder el voto popular, en 2010.

En 2007, Chávez fue duro contra los medios, está el cierre de la televisora RCTV. También fue duro en la imposición de la reforma constitucional. Al final la perdió en referéndum. Retrocedió en su estilo excluyente y recuperó su apoyo para las elecciones regionales de 2008, donde sus partidarios obtienen un poco mas del 50% del voto popular (es la situación de la oposición ahora). Aprovecha este impulso para proponer de nuevo el tema más delicado de su reforma fallida. La posibilidad de presentar su candidatura sin ninguna restricción debida al número de veces que se haya ocupado el cargo. Anteriormente sólo se permitía una reelección para cualquier cargo de representación popular. Esta modificación es aceptada en un referéndum en febrero de 2009, con un 55% de los votos.

Suponemos que sintiéndose fuerte otra vez, vuelve a endurecerse. Ataca por todos los medios a los gobernadores y alcaldes de tendencias distintas a su partido. Expropia varias empresas y confisca tierras agrícolas, algunas de reconocida productividad. Funcionarios de su gobierno comienzan procedimientos contra una buena cantidad de emisoras de radio (no se sabe con exactitud el número) y acaban cerradas 34.

Desde finales de 2009, la situación se le vuelve complicada otra vez. A falta de fuerzas opositoras efectivas que balanceen la administración del Estado, comienza a fallar la infraestructura misma. En noviembre comienzan a sucederse escándanlos financieros, que llevan a la intervención y cierre de varias instituciones bancarias, seguros, etc. Estos escándalos, sin duda producidos por la presión de la crisis financiera, dejan al descubierto a toda una clase, la llamada boliburguesía, y sus negocios. Un grupo de empresarios que ha crecido a la sombra del gobierno, involucrado en grandes casos de corrupción, pago de comisiones, etc.

De forma paralela, en diciembre, comienza a temerse por el estado de la infraestructura eléctrica. La fuerte sequía está mermando rápidamente las reservas hidroeléctricas de la central de Guri, la mayor del país. El verdadero problema es el estado del sistema mismo, que es incapaz de generar por otras vías la demanda requerida para suplir el agua faltante. En el primer cuatrimestre todo el país sufrió la insuficiencia eléctrica durante un período mayor a un mes. Una mancha oscura se movió, aproximadamente entre febrero y mayo, por toda la red eléctrica del país. Con excepción de la capital, donde la delicada situación de inseguridad personal persuadió a los responsables de administrar la emergencia de no aplicar el racionamiento. El hecho real es que el sistema colapsó, aunque los caraqueños no lo notáramos.

Finalmente, a mediados de mayo llegaron las lluvias. Y con ellas la demostración de que el sistema eléctrico está muy debilitado. Luego de la crisis, que pensamos lo exigió fuertemente, los apagones han seguido sucediendo en todo el país.

Por último está el gran escándalo de corrupción relacionado con la compra masiva de alimentos en el exterior. Operaciones que se hicieron dirigidas desde el alto gobierno, por la empresa PDVAL, dependiente del holding petrolero estatal PDVSA. Estos negocios dejaron cuantiosas pérdidas. Miles de cotainers con alimentos podridos en su interior reposaban guardados en depósitos de los puertos nacionales. Se estiman unas cien mil toneladas de alimentos perdidos.

En este escenario Chávez impulsa a sus candidatos a la asamblea y gana la mayoría simple. Pero, salvo que logre el apoyo de un diputado disidente de otro grupo, no puede pedir leyes habilitantes, que le permitan legislar por decreto. Una fórmula que ha usado anteriormente para acelerar sus proyectos. Las leyes habilitantes requieren el 60% de los votos de la asamblea. Esto es 99 diputados.

Regresando al principio, si Chávez cede poder, puede hacer viable su permanencia en el mismo. Necesita un pacto que permita recuperar ciertas áreas clave, que ha deteriorado hasta límites peligrosos, como la seguridad alimentaria y energética. Esto le regresaría de inmediato parte del apoyo popular que ha perdido. Si además se cambian las reglas en otras áreas no menos importantes, pues permiten el establecimiento de nuevos negocios para los empresarios locales, como tipo de cambio, restricción de divisas y seguridad jurídica; se logra una recuperación de la infraestructura de servicios más rápidamente. Es fácil lograr esto en un marco de convivencia. Los empresarios están en una situación económica desesperada.

Suena bien, pero creemos que nada de esto pasará. En estos momentos el grupo ligado al gobierno no escucha más que su discurso interno, que es una religión. El Estado nacionalizó empresas que funcionaban perfectamente y con las cuales no había ningún conflicto, la telefónica CANTV (Verizon-USA) y la eléctrica EDC (ADS-USA), por razones de seguridad nacional. Compra uno de los mayores bancos, totalmente solvente, el Venezuela (Santander-España), por razones parecidas. Los miles de millones de dólares usados en esas compras, un tanto caprichosas (no hubo ningún asomo de problemas con los dueños de tales empresas) no fueron usados en las necesarias inversiones en materia de infrestructura, salud y educación.

Hay más, está la estatización de la industria siderúrgica (Ternium Techint-Italia Argentina) y cementera (CEMEX-México y otras). Por último, mencionamos la expropiación de grupos ligados a la distribución de alimentos, como FRIOSA (Venezuela) y EXITO-CADA (Casino-Francia). Un detalle interesante aquí es que el caso de Casino sigue un nuevo esquema. La empresa francesa sigue controlando la parte logística de distribución más delicada. Pensamos que esto se debe al gran fracaso de PDVAL. Con todo, nadie ha visto una lechuga fresca en estos supermercados desde que cambiaron de estatus.

Nos parece que eso es lo único que veremos en materia de rectificación. Alianzas con grupos extranjeros para mantener funcionando los servicios. Y probablemente una nueva devaluación, de cuyo efecto Chávez pueda recuperarse antes de las elecciones de 2012. Pero tal vez ni siquiera eso. Además de lo ideológico hay un efecto de inercia. Cada día que pasa es más difícil para el gobierno salir del camino que se ha trazado, pues se trata de más y más industrias; más y más políticas.

Los tiempos han sido duros los últimos dos años en Venezuela. Los próximos dos años serán muy parecidos o peores. La oposición apostará al deterioro continuado para ganar las presidenciales en 2012, pero no será tan fácil. La situación de Chávez sponsor es distinta a Chávez protagonista. De la estrategia correcta a seguir habrá que hablar pronto.

Elecciones parlamentarias en Venezuela el día después (I)

Ha transcurrido un día excelente para la oposición organizada en Venezuela. Es tiempo de escribir las crónicas del día después.

Los resultados han sorprendido a quienes no tenían suficiente información. Varios amigos preguntan, ¿Porqué la coalición de partidos opositores MUD (Mesa de la Unidad Democrática) ha obtenido una ventaja de 4% en el total de votos y una representación inferior al 40% en los escaños?

La respuesta está en la forma quirúrgica como fue modificada la distribución de circuitos electorales y, hay que decirlo, la modificación de la proporción de candidatos nominales y candidatos por lista, dando preponderancia a los primeros, sobretodo en aquellos lugares donde el partido de gobierno es mayoría.

Veamos un par de casos: Amazonas y Delta Amacuro son dos de los estados más rurales del país. Sus poblaciones inscritas en el registro electoral para el año 2009 son 80.250 y 100.918 respectivamente. Son dos claros ejemplos de lugares donde el apoyo a Chávez es incondicional. Para los partidos opositores es difícil superar el umbral, puesto que hace falta disponer de grandes recursos para mantener una campaña sostenida allí. Recursos que no tienen.

Ese par de estados eligieron un diputado nominal y dos por lista en Amazonas y dos nominales y dos lista en Delta Amacuro. Podemos medir cuantos votos eligen un diputado nominal y uno lista dividiendo con el total de electores:

Amazonas

Nominal = 80.250/1 = un diputado cada 80 mil electores.

Lista = 80.250/2 = un diputado cada 40 mil electores.

Delta Amacuro

Nominal = lista = 100.918/2 = un diputado cada 50 mil electores.

Qué pasa si estudiamos un estado de mayor población y más urbano, Miranda. En 2009 había 1.747.624 personas inscritas en el registro electoral. Este estado escogió seis diputados nominales y seis diputados lista.

Miranda

Nominales = lista = 1.747.624/6 = un diputado cada 290 mil electores.

En este ejemplo se nota como los diputados nominales rurales están sobrestimados con respecto a los electores en un factor cercano a 3.5. Los diputados lista están sobrestimados en un factor cercano a 7.

Si se toma la población de Amazonas como un mínimo, valdría la pena aumentar un diputado nominal y uno lista por cada 80 mil electores adicionales. Con esa regla, Miranda ha debido escoger 21 diputados nominales y otros tantos por lista. Delta Amacuro sólo escogería un diputado nominal y uno lista.

El país entero (16.652.179 electores en 2009) debería tener una asamblea de 416 diputados, mitad nominal, mitad lista. En ese caso la proporción de escaños por opción sería más cercana a la de votos totales.

Estamos proponiendo números que darían igual peso a cada entidad, tomando en cuenta su población. Actualmente la Constitución establece una base del 1,1% de la población. Es decir, cerca de 300 mil habitantes por diputado. He aquí el artículo que lo define:

Artículo 186. La Asamblea Nacional estará integrada por diputados y diputadas elegidos o elegidas en cada entidad federal por votación universal, directa, personalizada y secreta con representación proporcional, según una base poblacional del uno coma uno por ciento de la población total del país.

Cada entidad federal elegirá además tres diputados o diputadas.

Los pueblos indígenas de la República Bolivariana de Venezuela elegirán tres diputados o diputadas de acuerdo con lo establecido en la ley electoral, respetando sus tradiciones y costumbres.

Cada diputado o diputada tendrá un suplente o una suplente, escogido o escogida en el mismo proceso.


Pasemos ahora a una estado donde vemos la desproporción de candidatos nominales vs. candidatos lista, Trujillo. Este estado tiene 441.832 electores inscritos en el registro de 2009. Escoge tres diputados nominales y dos diputados lista. Huelga decir que es un estado rural. En este caso la menor presencia de candidatos a elegir por lista, mina la representación proporcional.

Así están las cosas. La Mud anda en torno a los 60 diputados y celebra, porque piensa en su base electoral. Ahora debe cuidarla. El Psuv anda en torno a 100 diputados y no puede celebrar como correspondería. Aún ganando no llegaron a los 110 que querían para controlar la Asamblea a sus anchas.

Algunos datos: El total de escaños en la Asamblea es 165. Los 2/3 se consiguen con 110 diputados. Esa mayoría permite aprobar todo lo que se proponga en su seno, hasta leyes orgánicas y la convocatoria a mecanismos para modificar la Constitución (Asamblea Constituyente). Los 3/5 se consiguen con 99 diputados. Esa mayoría permite aprobar leyes habilitantes, para que el Presidente de la República redacte leyes durante un lapso determinado.

domingo, 29 de agosto de 2010

El significado de un arma

En una entrega anterior mostrábamos la respuesta de Churroman a nuestro post sobre la educación y la violencia en Venezuela. Si bien le hemos prometido reaccionar a su escrito, desde ya aclaramos que habrá más acuerdos que otra cosa. Para hacer las cosas más simples hemos querido jurungar algunas partes por separado en cada ocasión. Deben ser unas dos o tres entregas. Ésta, la primera de ellas.

Para empezar deseamos establecer muy claramente nuestro ideal: Una sociedad sin violencia. Suena a propósito de concurso de belleza. Sabemos que no es posible lograr un objetivo tal. Es incluso un poco tonto plantearlo así, cogido con pinza. Nos hemos preocupado de establecerlo, con el deseo de que suene como música de fondo. Mientras, nuestras lineas pueden derivar de forma más o menos errática.

Como bien lo ha establecido Churroman,

Las armas fueron inventadas y construidas para matar.

Es indudable, es lo que las armas son. Y es importante ir más allá. Esta propiedad les da un significado, el sentido de muerte. Y a su vez, le da un significado a poseer un arma: estar dispuest@ a matar. Esto no es una trivialidad y explicamos en qué sentido.

Comenzamos aceptando que los seres humanos somos capaces tanto de los actos más virtuosos como de los más ruines. En el lado de las ruindades, sostenemos que todo ser humano tiene la capacidad de matar a un semejante. Creemos que una persona armada transmite un mensaje que va más allá de la capacidad; llegando, como hemos dicho, a la disposición.

Este significado no siempre es entendido en toda su dimensión. No es entendido por muchos poseedores de armas o por aquellos que se plantean el hecho de tener una. Baste un ejercicio, un poco duro para quienes no estamos cerca de la violencia; imagínese usted mismo apuñalando a alguien o golpeándolo con un garrote. Si se le ha revuelto el estómago, le damos la bienvenida al club. A nosotros también se nos revuelve. Ahora piense en darle un tiro a otra persona. Con todo, es una imagen definitivamente más fácil, más limpia inclusive. Al menos quienes no lo hemos hecho, podemos pensar que debe ser más limpia.

Suponemos que algo de la realidad copia al ejercicio mental: Matar a alguien "de un tiro" debe ser más fácil física y emocionalmente. Es fácil hacerlo sin darse cuenta.

Complementando el mensaje de la disposición; tenemos la eficacia. A diferencia de lo que ocurre con una persona que posee un garrote o un puñal, aquella que posee un arma es mucho más letal. Y es fácil tener un arma sin darse cuenta de ello.

Creemos que la respuesta de Churroman se acerca a este tema del significado cuando comenta:

En diversos estudios realizados por los departamentos de seguridad interna en países como Brasil, USA, UK, o Argentina, hay menos chances de defenderse y más chances de hacer del encuentro con ladrones una situación letal, si usted posee un arma en su casa o si tiene el arma en el encuentro con los delincuentes.

Es que un maleante, inmerso en la cotidianidad violenta, sí entiende el significado de poseer un arma. Interpreta la disposición de su víctima, el peligro real que le representa, y responde de manera cónsona.

En la política de restricción al uso de armas de fuego que nos gustaría ver, este concepto de significado juega un papel importante. Por un lado está el proceso de concientización sobre el significado implícito en la posesión de un arma de fuego. Por otro lado está la otra concientización, la de los peligros reales. No está más segura aquella persona que está armada. Las políticas que incluyan este tipo de ingredientes, que apelan a la difusión de conocimiento en la sociedad, pueden ser exitosas. Es algo que creemos.

Como siempre las sociedades agregan complejidad cultural a cualquier objeto. Aparte del propósito de matar, hay quien posee un arma de fuego con un fin distinto. Hay deportes que usan armas de fuego. Estas armas, diseñadas para ser certeras en un blanco olímpico, o en un báquiro, son igualmente letales en un ser humano. Este es un último detalle que queda allí, sólo para complicar las definiciones y los significados.

martes, 24 de agosto de 2010

Una respuesta a "La educación y la violencia en Venezuela"

A continuación reproducimos la respuesta de Churroman a nuestra entrada "La educación y la violencia en Venezuela".


El verdadero Problema

En Venezuela tenemos un problema de violencia (o de violencias dirían algunos científicos sociales), sí, pero no es el problema que aborda su blog.

No es lo mismo la violencia ejercida vía grito, nalgada y/o bofetón a un niño en la casa, de mano de sus padres, que la violencia ejercida por un policía en una redada en la boca de un barrio, o de éstas con la del atracador de carros disparando contra un conductor. En todos los casos la violencia es producto de causas distintas y se manifiesta de maneras distintas.

La violencia es una actitud humana que todavía da debate en las ciencias humanas y naturales. Sin meterme mucho, simplemente voy a poner mis manos en el fuego: yo no creo que sea innata, ni inevitable.

Usted no aborda este complejo fenómeno en su blog sino que ciertamente se dedica a reflexionar sobre el problema de la violencia armada interpersonal en nuestro país: inseguridad letal que se produce y expande de manera violenta, alimentada por la disponibilidad exacerbada de armas de fuego.

En la Venezuela de estos días, a mi juicio muy equivocadamente, a esta violencia armada interpersonal se le ha dado en llamar de manera genérica: "la violencia", o el "problema de la violencia".

La consecuencia última de esta inseguridad violenta armada se expresa en muertes. Es conveniente no olvidar que hay una cadena de consecuencias asociadas: como heridas de bala, lesiones de por vida, traumas, dolor, angustia...

Lo más grave de este problema en nuestro país son los niveles de letalidad y daño con el que se manifiesta. Esas consecuencias más graves de la violencia armada interpersonal, las produce fundamentalmente la proliferación y uso indiscriminado de armas de fuego.

Las violencias, o la inseguridad, juntas o por separado no son producidas por la proliferación y uso indiscriminado de las armas de fuego únicamente. Pero en este cóctel de la muerte venezolano, cuando mezclas esos tres elementos, son las armas las que hacen que la violencia/inseguridad armada en nuestro país sea más letal y más dañina que en ninguna otra parte del mundo.

Posiblemente la violencia o las violencias sean el mal a curar estructural, pero en lo que no debe caber dudas es que la letalidad y daño que aportan las armas no puede ser dejado de lado al momento de discutir "el verdadero problema de Venezuela".


La máquina la hace el hombre, y es lo que el hombre hace con ella.

Los aviones fueron inventados y construidos para transportar primero a las personas, y ahora, además, casi que cualquier cosa a través del aire.

Los aviones no se manejan por su cuenta. Sólo pueden cumplir su función o bien manipulados directamente por personas dentro de sus cabinas, o bien a control remoto.

Las armas fueron inventadas y construidas para matar. Sólo pueden cumplir su función siendo "activadas" por personas. Tal y como cualquier otro artefacto construido por algún ser humano.

Manejar un avión tiene serias complejidades y requiere una formación. Manejar un arma de fuego es muy sencillo, y no requiere de formación.

Un avión con el tiempo, sin tratamientos adecuados puede perder su capacidad de funcionar, las armas aún sin mantenimiento pueden durar por varias decenas de años.

Pero la diferencia fundamental entre un avión y un arma, es el objeto de su diseño: un avión en manos de un asesino puede llegar a ser letal, pero un arma siempre puede ser letal, en manos de un asesino o no, e incluso aún sin ser disparada.

La idea que en una sociedad con gente armada no se dispare ni una bala (o no muera nadie producto de alguno de esos disparos) si bien es un ejercicio mental posible, no se da, objetivamente, en ningún país del mundo. Todavía más, hay ejemplos en varios países en los que armas que no fueron disparadas, se utilizaron para juntar a un grupo de personas y encerrarlas en zonas donde luego fueron linchadas.


The Cider House Rules.

Las leyes operan, presuntamente, en los niveles de aspiración de una sociedad.

Eso me han dicho. No lo he vivido.

No creo que las leyes normen la realidad por encima de la realidad. No creo que la gente que no es escuchada, que no puede participar, que no está pendiente de exigir que sus representantes hagan velar por sus intereses, y que sólo puede dedicarse con buen tino a una o dos cosas en la vida, pueda de hecho incidir si quiera remotamente en un moldeado de realidad, por la vía de las leyes.

Si sé que se puede moldear la realidad con otros métodos. Se puede cambiar la realidad y hacer que esta sea plasmada luego en las maneras cómo la sociedad elige regularse.

Ninguna ley cambia la realidad por el hecho de ser una ley, mucho menos cuando ésta se hace atendiendo a un criterio técnico, fáctico, inaccesible.

Los problemas de las violencias, la inseguridad y la proliferación y uso indiscriminado de armas, merecen de nosotros abordajes que vayan más allá de lo legal para poder irlos resolviendo.

El problema combinado de la violencia/inseguridad armada, también aparte, necesita y merece mejores aproximaciones más allá de las leyes, pero con leyes también.

Básicamente, necesitamos estar en una campaña permanente de educación, conscientización, estigmatización de lo violento, y también de demanda de justicia y métodos alternativos de resolución de conflictos, intentando con todo eso, el cambio cultural que hace falta para que seamos una sociedad distinta.

Esto no es fácil si la gente empieza a ponerse dilemática... que si rojos y azules, que si tirios y troyanos, que si es UNA SOLA SOLUCIÓN y NO LA OTRA, en vez de entender que TODAS las soluciones suman.

Y también aparte, y repito no exclusivamente, se necesitan mejores leyes en estas materias, en particular en la regulación de las armas de fuego.


¡Es la ley del oeste!


Voy a poner cuatro argumentos sobre por qué se necesita una buena ley de armas:

Los dinosaurios van a desaparecer

La ley venezolana de armas y explosivos data de 1939;
Desde ese año hemos tenido varios sistemas de gobierno, una transición marcada de una sociedad eminentemente rural hacia una sociedad mayoritariamente urbana, un cambio en la base poblacional claro (hombres vs mujeres, adultos vs jóvenes), un mejoramiento en las maneras de organizarnos y educarnos muy notorio (descentralización, fortalecimiento de la educación superior), y hasta la autoridad de control y registro de armas se ha cambiado en unas ocasiones de la autoridad militar a la civil y a la inversa.

En fin somos una sociedad distinta, y la única ley vigente desde la 1ra mitad del siglo pasado que se usa en nuestro país es la ley de armas y explosivos. No sólo por vetusta. la ley es mala: es mala porque no es producto de nuestra sociedad, ni realidad, ni atiende a los retos que el desarrollo técnico-científico y social demarca.

En río revuelto

El marco regulatorio vigente da para todo, y las autoridades del momento imponen cambios en los controles sobre la base de decretos que nadie sabe de dónde vienen, ni por qué se hacen, ni qué persiguen. El mecanismo de información de esos cambios son prácticamente de boca a boca, y lo peor por seguir siendo procesos altamente oscuros, se prestan a la corrupción y/o a caer en la ilegalidad.

De parte de los usuarios también ha privado el "medalaganato": mucha gente se ha armado sin cumplir mínimos requerimientos para siquiera optar a tener un arma.

No existe ninguna manera transparente y confiable por la cual los organismos de seguridad o cualquier investigador pueda acceder a la data sobre las armas en Venezuela, por el secretismo que priva en la materia en el mundo policial y militar. Esto sólo aumenta las posibilidades de corrupción, y disminuye la posibilidad de entender dónde están las peores tendencias en control/descontrol de armas para poder intervenir sobre ellas adecuadamente.

Mientras más turbio el control, menos confianza pública, más desorden, y más ventaja para los pillos.

No me ayude compadre

De acuerdo con un parlamentario que dirige actualmente la comisión encargada de redactar una ley de armas (Ley que a mi juicio tiene pocas cosas buenas), en Venezuela circulan entre 9 y 15 millones de armas. Esto es prácticamente 1 arma cada dos habitantes.

Piénsese en un país con muchísimos problemas de violencia/inseguridad armada, como Brasil, donde en mediciones recientes circulaban 27 millones de armas. Es decir, tenemos más de la mitad de las armas de un país que tiene 7 veces más población que nosotros.

Más allá de criterios técnicos, las personas de bien se arman "para defenderse", ignorando que la gran mayoría de las armas que nutren a los criminales son armas tenidas por estas personas, que se las roban o las quitan en situaciones de encuentros directos.

En diversos estudios realizados por los departamentos de seguridad interna en países como Brasil, USA, UK, o Argentina, hay menos chances de defenderse y más chances de hacer del encuentro con ladrones una situación letal, si usted posee un arma en su casa o si tiene el arma en el encuentro con los delincuentes.

Pégale con el martillo

Hace una semana estuve conversando con una señora que me indicaba que su papá y su abuelo, militares, tenían armas de fuego que quedaron en posesión de la familia y ella no quería que la tuvieran sus hermanos (por su carácter violento) y tampoco las quería tener en su casa, temerosa de una eventual situación de robo con ellas allí.

Obviamente desconfía de la policía y los militares. "Uno les da esas armas y ellos se las quedan, las venden, las alquilan...".

Ciertamente aquí no hay procesos para que cualquier persona tenga confianza alguna sobre dónde paran las armas de fuego incautadas, o que son entregadas voluntariamente.

En un contexto de tantas armas por habitante circulando, está claro que la gran mayoría de esas armas deben salir de circulación. Hasta el momento no existe un criterio claro, un procedimiento transparente, y unas dotaciones adecuadas para que se incauten más armas de los pillos, y para que las personas de bien que no quieran tener armas las entreguen y que todas esas armas no tengan otro fin que su destrucción.


Sin iras, libertad.

Usted alega que favoreciendo primariamente la libertad de los ciudadanos a poder armarse podría apoyar una ley que contenga una serie de elementos muy interesantes.

Pienso que primero que nada hay que señalar que la sociedad en su conjunto es la que debe decidir qué tipo de enfoque quiere asumir con respecto a las armas de fuego. Los paradigmas "desarme total civil", "control estricto", "control básico", "ningún control", deben ser entendidos y discutidos por todos, no solamente tomando como base nuestro apego por ciertas ideas, sino también aplicando varias veces el test de realidad.

Yo siento que con el tema de la tenencia de armas hay una igualación con el principio de libertad bastante tramposa: Se defiende como si fuera parte de nuestro derecho inalienable a la opinión, cuando realmente no es ningún derecho (al menos no en nuestro país) y debería seguir siendo así, porque lo que está en juego no es la capacidad individual de expresión, no está en juego la capacidad de elegir qué carrera estudiar o cuál tipo orientación sexual se puede tener, o cuál religión profesar, sino de la capacidad de obtener o no un artefacto peligroso para la propia persona y los demás.

Por mucho que adore la libertad, creo que coincidirá conmigo en respetar la raya amarilla del metro; No se pasará la boya que imponen en las playas para zonas hondas o con oleajes complicados.

Tampoco podrá satisfacer el antojo de comprarse unos kilitos de uranio; Le parecerá bien que le impidan comprar dvds de pornografía infantil, y se negará a que apliquen la tortura a cualquier detenido.

Los elementos listados arriba serían todos violatorios de los principios de libertad (aún con responsabilidad), justamente porque las sociedades han entendido que hay situaciones o cosas que simplemente deben prohibirse.

Muy pocas personas esgrimen el valor de la libertad ante ellas, porque saben que son incompatibles con la responsabilidad individual en la que también ambos creemos.

Estoy seguro que usted convendrá con Albert Camus cuando dijo: “la única moral capaz de hacer el mundo vivible es aquella que esté dispuesta a sacrificar las ideas todas las veces que ellas entren en colisión con la vida, aunque sea la de una sola persona humana, porque esta será siempre infinitamente más valiosa que las ideas, en cuyo nombre, ya lo sabemos, se pueden justificar siempre los crímenes —lo hizo el marqués de Sade, en impecables teorías— como crímenes del amor”.


Educ-acción

Finalmente, me agradaron mucho sus ideas sobre educación, las comparto en un 100% y seguramente pensará que pudieran ser complementadas con aportes de varias personas que entienden que la educación es la piedra de toque en el cambio de las sociedades en el largo plazo. Por ejemplo, a mi se me ocurre que en los centros educativos se deben promover espacios de resolución no violenta de conflictos/disputas de los estudiantes, que sean gestionados y dirimidos por los propios alumnos. ¿Qué le parece?

Saludos,


Churroman

lunes, 23 de agosto de 2010

La educación y la violencia en Venezuela.

¿Cuál es el problema, que haya muchas armas muy ilegales, o que nos maten?

Esta pregunta-trampa cumple la función de alertarnos sobre los giros perversos que puede dar la discusión del problema de la violencia.

Siendo un punto común coincidir en que la preservación de nuestras vidas es un deber supremo, la discusión posterior suele tomar este giro: Como el problema es que nos maten, debemos discutir una ley de desarme y control de armas.

¿Seguro?

Parece que sí. Si recogemos las armas regadas por el país, que según algunas estimaciones twitterísticas rondan los 10 millones. Si además reforzamos los requisitos para tener armas legalmente. Si además, restringimos poderosamente el tipo de arma que se puede tener siendo un particular, definitivamente disminuirá la cantidad de muertes por arma de fuego.

Escuchamos y leemos a diario un discurso similar a este. Más aún cuando la violencia ha tomado las primeras planas de los periódicos y alguien ha encendido el ventilador de la censura. El interés en el problema de la violencia es enorme. Sin embargo, creemos que esta discusión es un camino seguro hacia el fracaso.

Para empezar, la discusión de los tecnicismos propios de una ley tan controversial como esta, agota todos los recursos sociales. No queda tiempo para discutir el fondo del asunto: la violencia. Para explicar esta situación, tomemos como ejemplo una sociedad donde cada persona tenga acceso a varios tipos de armas, pero no tendrá víctimas mortales si ningún arma es disparada. Es algo que se exgrime continuamente desde la asociación del rifle en EEUU, las armas no matan por sí solas, las personas lo hacen.

La asociación del rifle no es la organización favorita de varios defensores de la paz, incluidos nosotros mismos. Pero sería poco ético, además de estúpido, negar que tienen razón an algo. Principalmente cuando lo que dicen es inobjetablemente cierto.

Entonces: La discusión de leyes sobre la tenecia de armas, nos distrae del verdadero problema, la violencia.

Otro detalle a tomar en cuenta, respecto a la discusión de una ley de armas y desarme, es que nuestro país no llega a esta situación sin nada hecho en el tema relativo al control de armas. En Venezuela existen armas legales y armas que no lo son. Ha existido una forma legal de obtener un "porte". Y sin embargo esta legalidad no ha sido garantía de nuestra seguridad. Antes de hablar de nuevas leyes, vale la pena preguntarse ¿porqué esto ha sido así?, ¿porqué han fallado las leyes antes? No queremos repetir una historia de fracaso.

La creación de una ley, de una tan restrictiva como la que se puede esperar, siendo concebida en nuestra situación actual, tiene implicaciones que pueden redundar tanto en su fracaso como en la generación de una situación peor. Las razones para esperar esto se centran en la capacidad de nuestro Estado para hacer cumplir una prohibición severa y en el debate político que se dará en torno a la ley misma.

Es posible pensar que en el pasado se falló por tener instrumentos permisivos. Y si parece que debemos ser más estrictos en el presente, podemos adelantar que la dureza de las políticas no es garantía de nada. Este autor recuerda como desde hace algunos años los "portes de arma" fueron revocados. Detalles más, detalles menos, en estricto apego a la ley, todas las armas del país quedan en un cierto limbo desde el momento que tal medida fue tomada. De alguna manera tener una arma, cualquier arma, está casi prohibido en Venezuela. Sin embargo la violencia ha seguido aumentando.

Aventurando un escenario futuro posible: se prohibe la posesión de cualquier tipo de arma de fuego. Inmediatamente los tenedores y simpatizantes alzarán su voz de protesta. Dirán: "El Estado no puede garantizar nuestra seguridad, pero no nos deja defendernos". Luego agregarán: "Nosotros no podemos tener armas, pero los maleantes sí".

Estas muy probables reacciones encerrarían un mensaje: Hay posesión de armas que se deriva del problema de la violencia, sin ser su causa. Además el problema de la violencia evidencia una falla del Estado. Una falla que una nueva ley no va a solventar.

Para revertir esta matriz sería necesario crear organismos confiables, en los cuales dejar la responsabilidad del control. Eso no es imposible, pero requiere de un gran esfuerzo e inversión de recursos por parte del Estado. Un tipo de esfuerzo que no se ha visto en el pasado. Pensemos por ejemplo en los sueldos que se pagan en el sector público, la inversión que se hace en capacitación de nuestras policías, la construcción de infraestructura como escuelas, hospitales, etc.

Si por un lado no se refuerzan-crean costosas instituciones dedicadas al control de las armas y por otro lado sólo se reducen las posibilidades de obtener armas legalmente; se está creando el caldo de cultivo perfecto para la corrupción de las instituciones, la ampliación de los mercados negros y un aumento de las armas ilegales. Puede ser peor el remedio que la enfermedad.

Hay un último detalle que parece ir más allá de lo práctico, pero no deja de ser importante. Es el tema de la libertad. Si una persona quiere tener un arma, debe existir la posibilidad de que lo haga. En estas discusiones siempre pensaremos: libertad y responsabilidad son preferibles a control.

En un escenario de respeto a esta libertad sí proponemos una ley que regule la tenencia de armas. Una ley que de seguro es muy parecida a la existente. Debe regularse, no prohibirse, el transporte y uso de las mismas. No sabemos, ni queremos saber, prácticamente nada de armas, pero se nos ocurre que es posible clasificarlas así: deportivas, de defensa personal y militares. Esta u otra clasificación perimitirá definir tipos de impuesto y ciertas restricciones a su transporte. No queremos extendernos más, porque nos interesa la violencia, no las armas, pero agregaríamos que toda persona que desee portar armas debe someterse a exámenes médicos razonables y periódicos. Además debe asociarse a instituciones de práctica. Esto último, para prevenir mínimamente que se haga daño a sí misma o a sus personas cercanas.

Regresando al tema de la libertad: dando la posibilidad de que las personas sean responsables de sus decisiones, contribuiremos al desarrollo de la dimensión ética, profundamente humana del individuo. Impidiendo que las personas decidan, al prohibir las opciones, sólo estaremos contribuyendo a su deshumanización.

Obviamente, creemos que la violencia es un producto social más complejo que un montón de balas perdidas por ahí. La atmósfera de muerte que flota en los barrios más pobres de nuestras ciudades, es la única realidad que conocen sus niños. Para ellos se trata de una experiencia cotidiana. Pensar que podemos quitar las pistolas a sus hermanos mayores, y que ello terminará con el problema, es doblemente ingenuo. Es preciso sacarlos de allí, pero esto presenta un dilema. ¿Podemos obligar a las personas a cambiar, porque sabemos que la opción es mejor?

La respuesta varía de una situación a otra, y muchas veces no hay acuerdo. Hay ejemplos donde la discusión se ha alimentado desde lo más bajo de los interlocutores. Cultura, respeto y tradición son palabras que se han usado para levantar muros. Hay reflexiones que deben darse cuidadosamente en la mente de quien pretenda cambiar la sociedad.

Nuestra propuesta para esos niños es darles acceso a una opción diferente. Aquí entra de nuevo la libertad como máxima. La solución que proponemos es simple, es antigua. Es la escuela.

La escuela debe cumplir un rol simple: insertar en la sociedad. Esa acción es la clave que permite definir la escuela moderna como el motor del cambio social.

Para no entrar en tecnicismos tampoco en cuanto a la escuela. Nos detendremos en tres detalles: el horario, el cumplimiento y el fin.

El horario debe ser extenso. Debe rondar las ocho horas diarias. Esto permite tres cosas: mantiene a los niños lejos de la violencia de la calle durante un tercio del día. Crea un ambiente que facilita una buena alimentación en dos comidas, y cuida a los hijos de padres que trabajan durante toda la jornada laboral. Por último, permite promover actividades más allá de las clases, donde los niños se pueden relacionar entre ellos, con la presencia de una autoridad adulta.

El cumplimiento es el compromiso de mantener la escuela abierta a los niños durante el mayor número de días posible. Es una necesidad obvia, pero debe ser reiterada en nuestra situación actual. Los colegios cerrados durante meses son una realidad en nuestro país. Una realidad que echa por tierra cualquier buen diseño curricular.

La poca importancia que damos como sociedad al cumplimiento se evidencia en políticas como la reunión periódica del "consejo docente". Estas reuniones están pautadas con frecuencia mensual, último viernes de cada mes, en el calendario oficial. Para su realización los colegios están alentados a suspender clases durante ese día. Si tú que nos lees pones atención a ello, notarás como esos últimos viernes de cada mes, aumenta el ausentismo laboral de aquellas mujeres con hijos en edad escolar. O como deben alternar su trabajo con el cuidado del imberbe, en los pocos lugares de trabajo donde les es permitido llevar a sus hijos.

Otro ejemplo que ilustra la falta de cumplimiento de nuestras escuelas, se encuentra ligado a los procesos electorales. Éstos se realizan en una gran cantidad de colegios, que funcionan como centros electorales a nivel nacional. La realización de elecciones en Venezuela, requiere un despliegue de seguridad asombroso, parte del cual es la toma militar de los centros electorales (colegios) desde una semana antes del evento. Esta ocupación se puede extender hasta media semana después. Cuando las elecciones se realizan fuera de los períodos vacacionales esto puede significar una perdida considerable, de mucho más de semana y media. Un ejemplo ocurrirá en las próximas elecciones legislativas del 26 de septiembre. Puesto que la interrupción ocurrirá unos trece días después del comienzo de las actividades, el 13 de septiembre, muchas instituciones han optado por comenzar actividades luego de la desmilitarización completa de los centros. Esto es, en octubre.

Por último agregaremos que estamos conscientes de que una gran cantidad de días de actividad se pierden por problemas de infrestructura, falta de maestros, etc.

Por último hablemos del fin de la educación. Debe ser la inserción de un individuo en una sociedad libre. Ese debe ser el norte y no debe ser olvidado. Si la persona aprende, por ejemplo, a leer, será porque eso le ayudará a desenvolverse mejor socialmente, no sólo porque garantice convertirse en un mejor profesional. Debemos olvidar la capacitación como centro. La independencia moral del individuo, Jean Piaget dixit, es el verdadero objetivo.

Este escrito produjo una interesante reacción que hemos publicado aquí.

lunes, 2 de agosto de 2010

Petroleo divisas y nosotros

En Venezuela hay un lugar común, usado como respuesta a una explicación muy eleborada del desempeño económico del país. Las teorías muy complicadas y/o sofisticadas no sirven. Si el petróleo va bien, el país va bien.

El asunto viene nuevamente a colación en los días que corren. En Venezuela se vive una recesión tremenda. El pib del primer trimestre de 2010 es de 12,4 MBsF, un 5,8% menos que el correspondiente al mismo período del año anterior. Si el porcentaje en sí no es impactante, se le puede ver de esta manera: el desempeño global de la economía es similar al primer trimestre de 2007. Es decir, un retroceso de tres años.

Tanto el pib, como los precios que vemos en los supermercados, ese trabajo que es peor pagado, el proyecto que no termina de arrancar, o esa deuda personal que crece; nos dan señas que el desempeño económico en el país no anda bien.

Añadimos como elementos probatorios la gran cantidad de escándalos económicos del último año: Bancos y Casas de Bolsa e importación de comida "guisada"; por citar lo más relevante, nos dan cuenta que en la administración del Estado el dinero anda escaso, y actos de corrupción que pasarían desapercibidos en otro momento, hoy quedan al descubierto.

El mismo dinero que anda escaso, no alcanza para nutrir al mercado cambiario. Viene la clausura del permuta y el sacrificio de muchas casas de Bolsa, empleadas como meros chivos expiatorios.

¿Porqué estamos en esta situación con el petróleo rondando unos cómodos ~70 $/b? Parece que no tiene sentido. ¿Se cae el lugar común? Esta vez debería haber algo más. Con esos precios en los '90 hubieramos prendido una fiesta de no terminar nunca. ¿Y hoy estamos en crisis?

Seguro hay mucho que entender, más allá de los detalles groseros, sobre las sutilezas administrativas. Los polvos, que nos dejaron (y nos dejan) estos lodos. Sin embargo, al final el protagonista regresa, el petróleo sigue allí. Es tan simple como esta gráfica:


La hemos mostrado anteriormente. Esta vez la hemos actualizado como corresponde. Recordemos, la gráfica está construida con los datos del BCV. Para cada cada fecha dibujamos el aporte petrolero al pib de los cuatro trimestres anteriores. Es decir, de un año completo. De esta forma se suaviza la variación estacional y se puede apreciar la verdadera tendencia.

Queremos resaltar dos cosas:
  1. El hueco que aparece alrededor de 2003 es debido a la crisis de 2002, que tuvo como protagonista principal el paro de la industria por ~60 días. El efecto se prologó por un período cercano a un año.
  2. Independientemente de este bajón, el sector petrolero empeora sostenidamente en el tiempo. De hecho, es uno de los peores del país. Comparado con el resto, es el único que ha tenido un desempeño tan malo en un período de tiempo tan prolongado.
Para terminar de entender porqué estamos tan mal, hemos hecho la siguiente comparación, el petróleo en el primer trimestre de 2010 reportó ganancias comparables al primer trimestre de 2003. Es decir, luego de terminar el paro de 2002.

En aquel momento se impuso el control de cambio aún vigente. Y el país sufrió una escasez de divisas que, sin duda, comprometió el resto de la economía. Pronto conoceremos los datos del segundo trimestre. No somos muy optimistas.

domingo, 13 de junio de 2010

El hombre nuevo

Cuando leemos ese título muchos pensamos en un concepto atado al marxismo. Sin ser lectores de las obras seminales de dicha doctrina, sabemos sin embargo, que la refundación moral del ser humano se toma como un aspecto esencial para la evolución hacia una sociedad más justa.

Al menos así lo entendió Ernesto Guevara. En nuestra opinión, el Che también entendió que la lucha dirigida desde la clase obrera no tenía sentido en lugares donde no existía tal clase, o era muy reducida. Decimos también, porque este hecho se repite en todos los casos donde ha habido un movimiento marxista más o menos exitoso. Nunca ha nacido de una clase obrera organizada.