jueves, 25 de marzo de 2010

Semana Santa feriada

"Viene Semana Santa. Hemos decretado feriado lunes, martes y miércoles. Toda la Semana Santa será feriada. El objetivo fundamental no es la flojera, sino ahorrar energía. No se olvide de apagar la luz"

Estas fueron las palabras del presidente, Hugo Chávez, el día 24 de marzo de 2010. Queremos comentar las reacciones respecto al decreto, de algunos opinadores de alcance masivo.

Se ha insistido mucho en lo improvisado de la medida. Estamos de acuerdo con ello. El sólo hecho de anunciar la medida dos días hábiles antes de la fecha declarada feriada es evidencia suficiente.

Por un lado, no deja de molestarnos este tipo de anuncios, que dan el mensaje de una gestión apurada y poco planificada. Por otro lado, ya no nos sorprende que se sigan dando.

También hemos escuchado que no es posible prever el impacto de la medida en el ahorro energético, o en el alcance de la medida en cuanto a quienes se verán afectados. Este otro tipo de declaraciones, así como las que van en la línea de que no será posible cumplir la medida porque las empresas no tendrán tiempo de ajustar sus procesos, nos parecen fuera de foco.

Recordemos, la realidad es que si bien queda energía en Guri, la potencia no es suficiente. La cantidad de energía por unidad de tiempo, necesaria para mantener encendido todo el país al mismo tiempo, todo el tiempo necesario; supera la que podemos obtener de nuestra principal fuente hidroeléctrica. El país está encendido y funcionando por parcelas, donde se ha mantenido el servicio en la gran Caracas, a costa de grandes sacrificios para el resto.

No queremos ahondar en responsabilidades. Ya lo hemos hecho. Hoy sólo queremos recordar donde estamos parados.

Hemos visto que el manejo de la represa busca preservar la altura del agua por encima del nivel crítico, el mayor tiempo posible. Y de ser posible, mantenerlo hasta pasar de los días más críticos, a mediados de mayo. En ese sentido, el feriado permitirá manejar la planta como si se tratara de un fin de semana, cuando se puede disminuir (aún más) la cantidad de agua gastada en el funcionamiento de las turbinas.

En realidad, no depende de las industrias tomar el feriado o no. De no hacerlo, igual les cortarían la luz, punto.

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